Aprenda sobre los beneficios obligatorios y opcionales para empleados en Malasia
En Malasia, los empleadores están obligados a proporcionar tres beneficios obligatorios clave a sus empleados elegibles. Estos beneficios contribuyen a la seguridad social, la planificación de la jubilación y ofrecen cierta protección en caso de terminación del empleo o accidentes laborales.
El Fondo de Previsión para los Empleados (EPF) es un esquema de ahorro obligatorio establecido bajo la Ley del Fondo de Previsión para los Empleados (1991). Sirve como una herramienta de planificación de la jubilación para los empleados del sector privado en Malasia.
Tanto los empleadores como los empleados contribuyen con un porcentaje específico del salario mensual del empleado a la cuenta del EPF. Las tasas de contribución son:
Estas contribuciones se invierten y acumulan con el tiempo, proporcionando un fondo de ahorro para los empleados al momento de la jubilación.
La Organización de Seguridad Social (SOCSO), también conocida como PERKESO, es un esquema de seguridad social mandatado por la Ley de Seguridad Social (1969). Ofrece protección a los empleados en caso de lesiones, discapacidades o muerte relacionadas con el trabajo.
Las contribuciones a SOCSO son asumidas únicamente por el empleador a una tasa del 1.25% del salario mensual del empleado. El esquema proporciona varios beneficios, incluyendo:
El Sistema de Seguro de Empleo (EIS) es un esquema de seguridad social establecido bajo la Ley del Sistema de Seguro de Empleo (2013). Proporciona asistencia financiera a los empleados que son despedidos de sus trabajos.
Las contribuciones al EIS son compartidas entre empleadores y empleados, con cada uno contribuyendo con el 0.2% del salario mensual del empleado. El esquema ofrece beneficios tales como:
Estos beneficios obligatorios para los empleados juegan un papel crucial en la protección del bienestar de los empleados malasios a lo largo de su trayectoria laboral.
En Malasia, muchos empleadores van más allá de los requisitos legales para atraer y retener a los mejores talentos ofreciendo una amplia gama de beneficios opcionales para empleados que se adaptan a diversas necesidades y preferencias.
Los empleadores pueden ofrecer un seguro de salud que cubra gastos médicos más allá de lo que ofrece el sistema de salud gubernamental, incluyendo atención ambulatoria, hospitalización y cobertura dental o de visión. El seguro de vida es otro beneficio opcional que proporciona seguridad financiera para la familia del empleado en caso de su fallecimiento. Las asignaciones de transporte también son comunes, ayudando a compensar los costos de desplazamiento. Estas a menudo se ofrecen como una asignación mensual fija o basada en el kilometraje.
Arreglos de trabajo flexibles, como el trabajo remoto o horarios de trabajo flexibles, pueden mejorar el bienestar y la productividad del empleado. Algunos empleadores pueden ofrecer más días de licencia anual pagada o de baja por enfermedad en comparación con el mínimo legal. Los Programas de Asistencia al Empleado (PAE) proporcionan servicios de asesoramiento y apoyo confidenciales a los empleados que enfrentan desafíos personales o relacionados con el trabajo. Los empleadores también pueden subsidiar membresías de gimnasios u ofrecer instalaciones de fitness en el lugar para promover la salud de los empleados.
Los empleadores pueden invertir en el crecimiento de sus empleados ofreciendo programas de desarrollo profesional y capacitación, conferencias u oportunidades educativas. El reembolso de matrícula es otro beneficio opcional, proporcionando asistencia financiera para los empleados que buscan continuar su educación relevante para su rol.
Los empleados pueden recibir descuentos en productos o servicios ofrecidos por la empresa o sus socios. El apoyo para el cuidado infantil es otro beneficio opcional, con empleadores que ofrecen subsidios o instalaciones de cuidado infantil en el lugar para aliviar la carga de los padres que trabajan.
Estos son solo algunos ejemplos, y los beneficios específicos ofrecidos variarán dependiendo del tamaño de la empresa, la industria y la estrategia general de beneficios. Al proporcionar un paquete de beneficios integral y bien equilibrado, los empleadores malasios pueden crear un entorno laboral más atractivo y fomentar una fuerza laboral leal y comprometida.
En Malasia, no existe una obligación legal para que los empleadores proporcionen seguro de salud a sus empleados. El sistema de salud público ofrece atención médica subsidiada, pero los largos tiempos de espera a menudo llevan a las personas a buscar instalaciones de salud privadas.
Muchas empresas eligen ofrecer planes de seguro de salud como un beneficio opcional para los empleados. Estos planes pueden cubrir una variedad de gastos médicos, incluyendo atención ambulatoria, hospitalización, cobertura dental y de visión. La extensión de la cobertura y la cantidad aportada por el empleado pueden variar, dependiendo del plan específico ofrecido por el empleador.
Los empleados también tienen la opción de comprar sus propios planes de seguro de salud individual. Esta es una elección común para aquellos cuyos empleadores no ofrecen un plan, o para aquellos que desean una cobertura más completa.
La planificación de la jubilación en Malasia ofrece un enfoque de dos frentes, combinando esquemas obligatorios y voluntarios para ayudar a las personas a acumular ahorros para sus años dorados.
Establecido bajo la Ley del Fondo de Previsión de los Empleados (1991), el Fondo de Previsión de los Empleados (EPF) es la piedra angular de los ahorros para la jubilación en Malasia. Funciona como un esquema de ahorro obligatorio para los empleados del sector privado. Tanto los empleadores como los empleados contribuyen con un porcentaje del salario mensual del empleado a la cuenta EPF. Las tasas de contribución son actualmente del 13% del salario mensual por parte del empleador y del 11% del salario mensual por parte del empleado (para aquellos menores de 55 años). Estas contribuciones se canalizan hacia inversiones y se acumulan con el tiempo, proporcionando un pago único al momento de la jubilación o al cumplir con criterios específicos de retiro.
Si bien los esquemas obligatorios proporcionan una base sólida, pueden no ser suficientes para una jubilación cómoda. Aquí es donde entran en juego las opciones voluntarias como el Esquema de Jubilación Privada (PRS). Introducido en 2012, el PRS es un esquema voluntario gestionado por administradores de fondos privados. Las personas pueden elegir entre una variedad de opciones de inversión según su tolerancia al riesgo y sus objetivos de jubilación. Las contribuciones al PRS son deducibles de impuestos, ofreciendo un incentivo financiero adicional.
Establecido en 2018, el Administrador de Pensiones Privadas (PPA) es otro esquema voluntario supervisado por un administrador designado por el gobierno. Ofrece características similares al PRS, incluyendo una gama más amplia de opciones de inversión y posibles beneficios fiscales.
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