Descubra las responsabilidades fiscales de empleadores y empleados en Afganistán
Los empleadores en Afganistán tienen obligaciones fiscales específicas para sus empleados, que incluyen la retención y envío de impuestos sobre los salarios.
Los empleadores con dos o más empleados deben retener el impuesto sobre los salarios, calculado en una escala progresiva, de los sueldos de los empleados. Se aplica una exención mensual de AFN 5,000. El monto retenido debe ser remitido al Departamento de Ingresos de Afganistán (ARD) dentro de los 10 días posteriores al final del mes en que se pagaron los salarios. Esto se aplica tanto a empleados residentes como no residentes que trabajan en Afganistán. Los empleados no residentes pueden estar exentos si su país de origen ofrece una exención recíproca a los residentes afganos. Los empleados de gobiernos extranjeros y organizaciones internacionales son gravados de acuerdo a tratados o contratos pertinentes. Las tasas impositivas son progresivas, basadas en tramos de ingresos mensuales (ver abajo). Se aplican tablas prorrateadas para diferentes frecuencias de pago de nómina. Los empleadores deben proporcionar un estado anual de salarios e impuestos a cada empleado al final del mes siguiente al año solar (31 Hamal), o inmediatamente al finalizar el empleo.
Aunque no se disponen de tasas específicas para 2025 en las fuentes proporcionadas, la estructura general implica un sistema progresivo, como sigue (tenga en cuenta que los tramos de tasas impositivas pueden cambiar):
La tasa del impuesto sobre la renta corporativa es del 20% de los ingresos gravables. Las empresas están obligadas a presentar una declaración fiscal anual y pagar antes del final de Jawza (3er mes) del siguiente año fiscal.
Las empresas están sujetas al BRT, un impuesto sobre las ventas, y deben presentar y pagar trimestralmente. Los pagos están vencidos dentro de los 15 días posteriores al final del trimestre solar en el que ocurrieron las ventas.
La información sobre las contribuciones a la seguridad social para 2025 no está detallada explícitamente en las fuentes proporcionadas, aunque se menciona que el empleador contribuye con el 50% y el empleado con el 20%.
Es importante señalar que las leyes y regulaciones fiscales están sujetas a cambios. Se recomienda consultar con un profesional de impuestos o con el Departamento de Ingresos de Afganistán directamente para obtener la información más actualizada. Esta información es vigente a partir del 5 de febrero de 2025.
En Afganistán, los empleadores son responsables de retener impuestos de los salarios de los empleados que superen un cierto umbral.
La mayoría de los gastos relacionados con el negocio son deducibles. Esta información es válida a partir de hoy, 5 de febrero de 2025 y podría cambiar en el futuro. La depreciación de activos (excluyendo el terreno) es deducible. Los gastos iniciales no son deducibles. Los gastos por intereses son deducibles, pero están sujetos a un impuesto de retención del 20%. No se permiten deducciones por gastos como dividendos, intereses, regalías, etc., si el empleador no retuvo el impuesto requerido.
Las personas, empresas y organizaciones no residentes que realicen negocios en Afganistán son gravadas sobre ingresos de fuentes afganas. Las deducciones están limitadas a los gastos vinculados al ingreso de fuente afgana. Los impuestos extranjeros pagados sobre ingresos de fuente afgana generalmente no son deducibles ni acreditables, a menos que se especifique en un tratado fiscal. Los EE. UU. actualmente no tienen un tratado fiscal con Afganistán. Esta información es válida a partir de hoy, 5 de febrero de 2025 y podría cambiar en el futuro.
Existe un beneficio de impuesto de contribución social para nuevos participantes en el mercado laboral, aplicable a empleados con no más de tres meses de experiencia laboral con otro empleador en el último año. Los empleadores pueden reducir su base de contribución social por el salario mínimo hasta un año, y en un 50% del salario mínimo por seis meses adicionales.
El sistema de Impuesto al Valor Agregado (IVA) de Afganistán aplica una tasa estándar del 10% sobre la mayoría de los bienes y servicios. Las empresas con una facturación anual que exceda los 150 millones de AFN están obligadas a registrarse, mientras que aquellas por debajo de este umbral pueden registrarse voluntariamente si cumplen con criterios específicos. Las declaraciones de IVA se presentan trimestralmente.
Varios categorías de bienes y servicios están exentos de IVA, incluyendo:
A partir del 5 de febrero de 2025, la fecha de implementación para el IVA ha sido retrasada varias veces y, aunque originalmente estaba fijada para el 21 de diciembre de 2020, es importante consultar las fuentes oficiales más actualizadas para conocer el estado actual. El IVA reemplaza al anterior Impuesto sobre los Recibos de Negocios (BRT) y busca modernizar el sistema fiscal, alinearse con estándares internacionales y proporcionar una fuente de ingresos más estable para el gobierno afgano. Las empresas no residentes que realicen suministros locales pueden estar obligadas a registrarse y nombrar un representante local de IVA. Existe un sistema de reembolso para créditos de IVA por compras en exceso acumulados durante al menos un período, procesados en un plazo de 45 días. Hay sanciones por incumplimiento de las regulaciones del IVA, incluyendo presentación tardía, pago tardío e informes inexactos. Aunque la facturación electrónica no es actualmente obligatoria, se fomenta.
El panorama fiscal de Afganistán está experimentando cambios significativos, con nuevos incentivos siendo introducidos para estimular la actividad económica. A partir del 5 de febrero de 2025, se disponen los siguientes incentivos:
Consideraciones Adicionales: Tenga en cuenta que el sistema fiscal afgano está sujeto a cambios, y las regulaciones pueden ser complejas. Es importante consultar con profesionales de impuestos para obtener la información y orientación más actualizadas. Aunque existen incentivos para atraer inversiones, diversos desafíos, incluida la inestabilidad del sector financiero y los cambios en las políticas, pueden afectar a las empresas que operan en Afganistán. Además, los detalles sobre los procedimientos de aplicación para incentivos y exenciones fiscales pueden variar. Se recomienda la participación directa con las autoridades afganas pertinentes para obtener los detalles procedimentales más recientes.
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