Italy is Europe's third-largest economy and a leading market for industries like manufacturing, fashion, automotive, food, and tourism. It boasts a highly skilled workforce and a network of small and medium-sized enterprises, making it an attractive destination for international employers. Approximately 8.9% of Italy’s population is now foreign-born, reflecting the country's transition from a historic land of emigration to one of net immigration. This creates strong demand for international talent, particularly in sectors facing labor shortages, such as hospitality, healthcare, construction, and agriculture.
At the same time, Italy’s immigration laws are strict. Employers must secure government work authorizations (nulla osta) and adhere to annual quotas (Decreto Flussi) before a non-EU worker can legally enter and work. This guide walks employers through Italy’s key visa categories, sponsorship steps, and compliance obligations. Throughout, we emphasize the importance of careful planning and legal compliance under Italian and EU rules; proper preparation will ultimately ensure a smooth hiring or relocation process.
¿Quién necesita una visa o permiso de trabajo para Italia?
Una piedra angular de la Unión Europea es la libre circulación de trabajadores. Como resultado, cualquier ciudadano de la UE o del Espacio Económico Europeo (EEE), incluyendo Islandia, Liechtenstein y Noruega, o Suiza, puede entrar, residir y trabajar en Italia sin visa ni permiso de trabajo. Los empleadores que contraten nacionales de la UE/EEE/Suiza no necesitan obtener autorizaciones especiales de inmigración para ellos.
Sin embargo, todos los demás (otros países terceros) deben obtener autorización para trabajar. En la práctica, esto significa que un candidato no europeo necesita dos permisos principales para trabajar en Italia: (1) una visa nacional de residencia y trabajo (tipo D) emitida por un consulado italiano en el extranjero, y (2) después de la llegada, un permiso de residencia italiano (permesso di soggiorno) que autorice el empleo. Ambos pasos dependen del empleador.
Típicamente, un empleador extranjero italiano o con sede en Italia debe solicitar primero una autorización de trabajo (nulla osta) en el Sportello Unico per l’Immigrazione local, que es un requisito previo antes de otorgar la visa. En resumen, si el candidato no es ciudadano de la UE/EEE/Suiza, el empleador debe gestionar el sistema de permisos de Italia en su representación.
Cabe señalar que ciertas categorías altamente especializadas pueden en ocasiones saltarse las cuotas regulares. Por ejemplo, la ley italiana lista exenciones (Art. 27 del Decreto Legislativo No. 286/1998) para investigadores visitantes, transferencias intraempresa y ciertos gerentes o científicos que puedan calificar para entradas aceleradas. Pero para la mayoría de contrataciones fuera de la UE, la vía normal implica obtener el nulla osta dentro de las cuotas anuales del Decreto Flussi.
Tipos principales de visas de trabajo en Italia para empleadores
Italia ofrece varias visas de larga duración para empleo. A continuación, presentamos una visión general de las principales categorías que encontrarán los empleadores:
Visa de trabajo nacional (Tipo D) para Italia
Es la visa de entrada estándar para trabajo en Italia. Todo trabajador no perteneciente a la UE/EEE/Suiza que pretenda permanecer en Italia más de 90 días debe primero obtener una visa nacional de residencia y trabajo de tipo D. En la práctica, el empleador debe solicitar una autorización de trabajo (nulla osta) mediante el sistema de cuotas (Decreto Flussi), y luego el empleado solicita la visa en un consulado italiano.
La visa de tipo D es el boleto de entrada a Italia, y una vez que llega, debe solicitar con prontitud un permesso di soggiorno para poder residir y trabajar legalmente. Las visas de empleo generalmente coinciden con un contrato laboral; para trabajo asalariado, esto se llama visto per lavoro subordinato. También existen visas de tipo D para autoempleo, pero esas requieren evidencias de un plan de negocio y licencias apropiadas.
Autorización Nulla Osta y Cuotas Decreto Flussi en Italia
Según la ley italiana, los empleadores de trabajadores no comunitarios deben obtener un nulla osta al lavoro (autorización de trabajo) antes de poder emitir una visa. Para ello, el empleador presenta una solicitud en el Sportello Unico per l’Immigrazione local, con pruebas de la oferta de trabajo, contrato firmado y cumplimiento con las leyes laborales, incluyendo salario y condiciones.
Estas solicitudes se gestionan mediante el sistema de cuotas anual del Decreto Flussi. Las reglas recientes (2023–2025) establecen cuotas plurianuales, pero las solicitudes aún se procesan por orden de llegada en días específicos llamados "click days". Esto significa que los empleadores deben monitorear anuncios oficiales, generalmente a principios de cada año, y estar listos para aplicar de inmediato. Las cuotas cubren trabajos estacionales y no estacionales.
Una vez aprobado el nulla osta del empleador, la oficina de inmigración emite la autorización, y el empleador la envía al empleado para su solicitud de visa.
Tarjeta Azul UE (Carta Blu UE) para Italia
Italia participa en el programa de Tarjeta Azul UE para trabajadores altamente cualificados. La Blue Card es un permiso de residencia y trabajo de alta cualificación que no está sujeto al sistema de cuotas. Requiere un título universitario (o experiencia equivalente) y una oferta laboral vinculante de al menos 6 meses con un salario por encima del umbral nacional.
En Italia, el salario bruto anual mínimo requerido para la Blue Card fue €33,500 en 2024, aproximadamente entre 1 y 1.6 veces el salario medio según reglas de la UE. El empleador aún debe solicitar un nulla osta, pero las Blue Cards no están limitadas por el sistema de cuotas Decreto Flussi. Además, bajo la ley italiana, normalmente el empleador debe realizar primero una prueba en el mercado laboral local, certificando que ningún candidato local o de la UE ocupó el puesto.
Una Blue Card es inicialmente válida por hasta dos años (o la duración del contrato más tres meses) y puede renovarse. Crucialmente, ofrece un camino claro hacia la residencia a largo plazo después de cinco años en total para el empleado. En resumen, la Blue Card es ideal para roles altamente calificados con salarios elevados, y evita los límites, haciéndola muy atractiva si el candidato cumple con los requisitos.
Visa de transferencia intraempresa (ICT) para Italia
Este permiso aplica cuando una multinacional transfiere a uno de sus empleados no comunitarios a una sucursal o filial italiana. La ICT italiana tiene dos variantes (una ICT “nacional” y una ICT de la UE), pero ambas requieren una autorización de trabajo válida del SUI. Una ventaja clave es que las transferencias ICT están exentas de las cuotas anuales.
Esto significa que asignaciones a largo plazo de ejecutivos, gerentes o especialistas de una filial extranjera pueden organizarse sin esperar la asignación del Decreto Flussi. El empleado debe haber trabajado en la empresa en el extranjero durante un período determinado, generalmente al menos 3 meses para la ICT de la UE y 6 meses para la ICT nacional, y el puesto en Italia debe ajustarse a sus capacidades. El empleador todavía necesita presentar documentación, como prueba de relación entre empresas, acuerdo de secondment y contrato laboral, ante la Prefectura.
La ICT se concede por la duración del traslado (máximo 2 años para ejecutivos, 1 año para especialistas, renovable hasta un total de 3 años para gerentes y 3 años para especialistas según reglas de la UE). En práctica, las visas ICT permiten movilizar rápidamente talento global propio con menos restricciones de cuota, pero el proceso aún exige gestionar un nulla osta y cumplir ciertos requisitos.
Permisos de trabajo estacional para Italia
Italia tiene una visa específica para trabajo estacional de corta duración, principalmente en agricultura, turismo y hostelería. Para contratar un trabajador estacional, el empleador debe solicitar previamente una autorización de trabajo estacional (nulla osta stagionale) bajo las cuotas estacionales. Estas visas son válidas por un máximo de 9 meses y se vinculan a la duración de la temporada. No conducen a residencia permanente.
Cabe señalar que las cuotas estacionales también son limitadas y se anuncian anualmente; por ejemplo, en 2025 hay 93.550 plazas. En la práctica, si necesita trabajadores para cosechas o turismo de verano, la vía es la autorización estacional, pero está sujeta a los límites de su propio decreto de flujo.
Cada camino de visa italiano involucra múltiples pasos, incluyendo pre-autorizaciones y procedimientos consulares, además de requisitos específicos. En las próximas secciones, discutiremos qué debe hacer el empleador en cada etapa y cómo mantenerse en cumplimiento.
Proceso de patrocinio y responsabilidades del empleador en Italia
Como empleador, usted es en esencia el patrocinador de la visa del trabajador extranjero en Italia. La ley italiana impone varias obligaciones durante el patrocinio:
Confirmar elegibilidad y notificar a las autoridades en Italia
Antes de todo, verifique que el puesto califique bajo las reglas italianas. Para la mayoría de contrataciones, esto significa que debe ajustarse a las ocupaciones permitidas por las cuotas del Decreto Flussi, o en alguna de las categorías exentas. También, asegúrese de que su empresa cumple con los requisitos locales; por ejemplo, Italia ahora exige que las empresas tengan un codice fiscale (código fiscal) y una dirección electrónica certificada (PEC) para gestionar trámites de inmigración.
Debe notificar al centro de empleo local la vacante y someterla a una prueba de mercado laboral de ocho días. Esto garantiza que no hay un trabajador italiano o de la UE cualificado disponible antes de cubrir el puesto con un candidato no comunitario.
Enviando la solicitud de Nulla Osta en Italia
Utilice el portal en línea designado para el Sportello Unico per l’Immigrazione para solicitar la autorización de trabajo (nulla osta). El paquete de solicitud debe incluir el contrato de trabajo (o carta de intención de contratar), prueba de fondos suficientes de la empresa y detalles sobre el salario y alojamiento ofrecidos.
Las autoridades italianas aseguran minuciosamente el cumplimiento con las leyes laborales en esta etapa: debe ofrecer al menos las condiciones mínimas (horas, tarifas salariales según convenio colectivo nacional, cobertura de seguros) que recibiría un trabajador italiano. Además, los empleadores deben firmar un “contratto di soggiorno” (contrato de estancia), declarando la intención de contratar al empleado en los términos acordados, y subir un certificado de idoneidad de vivienda para la residencia prevista. Las recientes reformas digitales exigen usar su cuenta PEC y firma digital para estas presentaciones.
Esperando y enviando el Nulla Osta en Italia
La oficina de inmigración italiana (prefectura) procesará su solicitud. Los permisos de trabajo basados en cuotas se otorgan en orden de llegada, por lo que la acción rápida es fundamental. Si se aprueba, SUI emitirá el nulla osta del permiso de trabajo. Luego, debe remitir esta autorización al candidato (o consulado), generalmente por correo electrónico, para que pueda incluirla en su solicitud de visa.
Las regulaciones italianas recientes obligan a los empleadores a cumplir estrictamente con sus compromisos. Por ejemplo, una vez aprobado el visa, puede recibir un correo solicitándole que reconfirme la contratación en 7 días; no hacerlo anula la autorización. Los empleadores incumplidores corren riesgo de sanciones e incluso de prohibiciones temporales para patrocinar nuevas contrataciones.
Coordinando la solicitud de visa italiana
Aunque la visa se expide al empleado, usted debe asistir en el proceso. Tras enviar el nulla osta, asegúrese de que el candidato tenga todo para la entrevista consular: pasaporte válido, nulla osta, formulario de solicitud completo, prueba de alojamiento y seguro médico. Puede ayudar a agendar la cita o traducir el contrato si fuera necesario.
En algunos casos (por ejemplo, Blue Card o ICT), asegurará que se cumplan condiciones adicionales, como salario mayor o prueba de empleo previo.
Apoyando llegada y formalidades de residencia en Italia
Una vez concedida la visa y que el empleado viaje a Italia, debe ayudarlo a solicitar el permesso di soggiorno en 8 días posteriores a la llegada. Normalmente, el empleado presenta la solicitud en la oficina de inmigración local (Questura) con su ayuda. Muchas empresas facilitan esto permitiendo tiempo libre para citas o coordinando con un abogado especializado en inmigración.
También debe asistir al empleado para obtener un Codice Fiscale y registrarse en el sistema sanitario nacional, ya que son requisitos previos para derechos laborales completos.
Manteniendo el cumplimiento durante toda la relación laboral en Italia
Recibido el permiso de residencia (que generalmente se envía por correo unas semanas después), el trabajador puede legalmente laborar. Usted debe completar cualquier registro final: inscribirlo en INPS (seguridad social), obtener su código fiscal si aún no lo tiene, y asegurar que las retenciones salariales comiencen. El trabajador debe registrar su dirección en el municipio local (anagrafe) según ley. Desde ese momento, trate al trabajador como cualquier empleado italiano en protección laboral, y también controle la vigencia del permiso. Los permisos laborales pueden renovarse en Italia si el empleo continúa antes de su vencimiento.
Cumplimiento legal y documentación del empleador en Italia
Una vez que su contratación extranjera esté en Italy y en marcha, otras obligaciones legales y de documentación entran en juego. Aquí las principales:
Inscripción en las autoridades italianas
Para pagar impuestos laborales y contribuciones, su empresa debe estar registrada con las autoridades italianas. En práctica, esto significa tener un codice fiscale o número de VAT válido y haber creado un correo certificado (PEC) para comunicaciones oficiales. Para la seguridad social, debe registrarse en el INPS antes de hacer contribuciones. Cada empleado, incluyendo los contratados en el extranjero, necesita también un código fiscal, que puede obtenerse en la Agenzia delle Entrate. Este código es imprescindible para la nómina, salud y pensiones.
Salarios y límites salariales en Italia
Italia no tiene un salario mínimo legal único; en cambio, los salarios se fijan por los convenios colectivos nacionales (CCNL) para cada sector. Como empleador, debe pagar al trabajador extranjero al menos el salario mínimo (o superior) establecido en su industria. Para visas especiales como la Blue Card de la UE, la ley italiana fijó en 2024 un salario mínimo bruto anual de €33,500. Si su contratación califica para la Blue Card, asegúrese que el salario ofertado lo supere o iguale. Para todas las visas de empleo, el contrato debe reflejar claramente el salario y horas en italiano. Documente siempre la compensación acordada y conserve copias firmadas, pues la autoridad puede auditar.
Contribuciones a la seguridad social en Italia
Tanto empleador como empleado deben contribuir al sistema de seguridad social italiano. En práctica, el empleador retiene aproximadamente un 9-10% del salario bruto del empleado y aporta además un porcentaje adicional (alrededor del 29-32% del salario bruto). Las tasas exactas dependen del sector y roles; las contribuciones totales pueden rondar el 40%, con aproximadamente el 30% a cargo del empleador. Estos pagos cubren pensiones, seguro de desempleo y otros programas sociales. Los empleadores realizan estos pagos mensualmente vía el portal INPS UNIEMENS o mediante el formulario F24, que debe gestionar su área de nómina o contabilidad.
Impuesto sobre la renta y otros impuestos en nómina en Italia
Los empleadores italianos actúan como agentes retenedores del IRPEF. Deben calcular y deducir de cada salario el impuesto progresivo que varía del 23 al 43%, además de recargos regionales (hasta 2.03%) y municipales (hasta 0.9%). Estas retenciones también se pagan mensualmente a través del formulario F24. Asegure que la nómina cumpla con las reglas italianas; muchas empresas utilizan un gestor local o un servicio de Employer-of-Record para gestionar estas cargas.
Seguro por accidentes laborales (INAIL) en Italia
Además de las contribuciones a INPS, los empleadores en Italia deben asegurar a los trabajadores contra accidentes laborales. Este seguro lo administra INAIL, y sus costos varían según riesgos del sector. Su empresa debe inscribirse en INAIL y pagar la prima correspondiente, normalmente un porcentaje adicional de las nóminas. Verifique las tarifas actuales de INAIL para su sector.
Protecciones laborales en Italia
Los empleados extranjeros en Italia disfrutan de las mismas protecciones estatutarias y contractuales que los italianos. Esto incluye reglas sobre horas máximas de trabajo (usualmente 40 horas/semana), vacaciones pagadas (al menos 4 semanas al año bajo la mayoría de contratos), licencias médicas y periodos de aviso para despidos. Debe asegurarse que su contrato y condiciones correspondan a las normativas locales y convenios sectoriales para esa categoría. No pida a los empleados que renuncien a derechos; esto invalidaría la visa. Mantenga registros completos (horas, recibos de sueldo, declaraciones fiscales) como con cualquier contratación.
Documentación y archivo en Italia
Lleve un expediente migratorio para cada empleado extranjero, que incluya copia del pasaporte, visa, sello de entrada, nulla osta, permesso di soggiorno, contrato y comunicaciones con autoridades migratorias. También guarde evidencia de sus calificaciones y oferta salarial en caso de inspección. Los inspectores laborales o migratorios italianos pueden auditar estos archivos, así que tenerlo todo ordenado (y traducido al italiano si fuera necesario) es esencial.
Renovaciones y extensiones en Italia
Controle las fechas de vencimiento de los permisos. Para la mayoría de visas de trabajo tipo D, el permiso inicial suele durar entre uno y dos años, y puede renovarse si continúa el empleo. Tramite la renovación con anticipación en la Questura (usualmente 60 días antes) si desea mantener el contrato con el trabajador. También, cualquier cambio importante en el rol, salario o empleador debe comunicarse a la Prefectura; no hacerlo puede invalidar el permiso.
Desafíos comunes en inmigración italiana para empleados internacionales y cómo superarlos
Los empleadores suelen enfrentar desafíos recurrentes en el sistema de inmigración de Italia. Conocer estas dificultades ayuda a una planificación eficaz:
Limitaciones de cuota y timing en Italia
La mayoría de visas de empleo no comunitarias en Italia dependen del Decreto Flussi, por lo que las vacantes son limitadas anualmente. Estas cuotas se liberan en “click days”, y los cupos se llenan rápidamente. Los empleadores frecuentemente enfrentan problemas si llegan tarde o no están listos cuando abre la ventana. Consejo: prepare documentos con anticipación y siga los anuncios oficiales. Si las cuotas no están disponibles en su categoría, considere alternativas como la Blue Card (sin cuotas) o transferencia ICT si
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