Las entrevistas suelen ser, si no siempre, una experiencia estresante tanto para el entrevistador como para el entrevistado. Hacer las preguntas correctas y decir las cosas adecuadas son las claves para una entrevista exitosa. Pero, a veces, puede no ser fácil comprender cómo mostrar lo mejor de ti.
Una de las preguntas más comunes que los entrevistadores usan para evaluar a los candidatos es aquella sobre tus debilidades y fortalezas. Permite al entrevistador obtener una visión de la autoconciencia del candidato y de qué tan bien se conocen.
Aunque pueda parecer una pregunta difícil, no lo es en absoluto. Algunos candidatos responden con el buen y viejo “Soy perfeccionista”, pero esto puede parecer insincero. Saber cómo hablar sobre tus debilidades y cómo presentarlas como fortalezas en lugar de ocultarlas puede ser la razón por la que consigas el trabajo.
Así que veamos cómo puedes convertir esas debilidades en fortalezas para la entrevista.
¿Cómo prepararse para la pregunta sobre Debilidades y Fortalezas en una entrevista?
Si esta pregunta te causa dolores de cabeza, debes saber que hay pasos que puedes seguir para prepararte mejor. Revisémoslos en detalle.
Paso 1: Identificar tus debilidades para una entrevista de trabajo
Para algunas personas, la introspección resulta sencilla. Otros no le dan muchas vueltas, pero para responder con precisión y honestidad a esta pregunta, entenderte a ti mismo es clave. Por ejemplo, si eres extrovertido y prosperas cuando hablas con personas, quizás deberías reconsiderar postularte a un trabajo como analista de datos. Allí, probablemente estarás encerrado en un cubículo gran parte del día. Si eso entra en conflicto con tu personalidad extrovertida, ese trabajo tal vez no sea el más adecuado para ti.
Un buen punto de partida para entenderte mejor es uno de los muchos tests de personalidad disponibles en línea. Algunos de estos tests, incluyendo Myers-Briggs, pueden ofrecerte una visión sólida sobre tus rasgos de personalidad. Aunque no estés de acuerdo con los resultados, te brindarán información relevante que podrás utilizar para evaluar dónde estás y dónde puedes llegar a estar.
Si no te gustan los tests, piensa en experiencias pasadas y en trabajos en los que has trabajado. Toma nota de logros importantes y obstáculos que hayas superado. No olvides registrar si en el pasado tuviste sentimientos muy fuertes acerca de una tarea en particular, ya que esto puede ayudarte a entenderte mejor.
Paso 2: Entender qué debilidades te cuestan más controlar
Algunas personas pueden ser conscientes de sus debilidades y trabajar en mejorarlas. Pero otros quizás no lo sean. Pregúntate a ti mismo, y a tu familia y amigos, si tienes algunos rasgos que los frustran o molesten. Al involucrar a antiguos colegas o amigos en el proceso, también obtendrás valiosa visión sobre ti mismo que quizás no podrías captar por tu cuenta.
También puedes consultar algunos ejemplos de debilidades y ver si alguna se aplica a ti. Una vez que conozcas tus debilidades, tendrás más control sobre ellas.
Quizás tengas dificultades para organizar tu tiempo o tus pensamientos. La atención al detalle puede no ser tu punto fuerte. O quizás te cuesta conectar con las personas o te faltan habilidades de liderazgo para manejar algunas situaciones.
Paso 3: Intentar superar tus debilidades y encontrar soluciones
No puedes convertir tus debilidades en fortalezas solo con fuerza de voluntad. Más bien, necesitas métodos y maneras de mejorarlas. Por ejemplo, si te cuesta organizarte, intenta descubrir qué calendarios, listas de tareas y herramientas de organización pueden funcionar mejor para ti.
También deberías considerar tomar cursos relevantes o crear un plan paso a paso para mejorar esos aspectos.
Paso 4: Aceptar que tus debilidades ocultas son fortalezas
No todas las debilidades son malas. Algunas son fortalezas en sí mismas si se aplican en el contexto adecuado.
Una persona ansiosa que tiene miedo de tomar el liderazgo también es alguien que tiene buen ojo para los detalles. Probablemente revisará todo varias veces para asegurarse de que todo esté correcto antes de entregar su trabajo.
Las personas que carecen de habilidades sociales y son orientadas a metas impulsarán el progreso aún más. Aunque puede ser difícil conectarse con ellas, es una cualidad crucial en momentos de presión donde no hay espacio para ser amable y cortés.
Aunque es positivo tener planes para mejorar tus debilidades, algunas ya son una bendición disfrazada. Pero es importante comprender cómo tus debilidades pueden ayudar a tu nueva empresa, entendiendo cómo te ayudaron en el pasado.
¿Cómo abordar esta pregunta en una entrevista?
Ahora que sabes cuáles son algunas de tus debilidades, esta pregunta no debería ser tan difícil de afrontar. Pero, también es importante formular bien tu respuesta, así que aquí tienes algunos consejos para hacerlo.
1. Enfócate en las debilidades relacionadas con el trabajo
Aunque sepas que no eres el mejor conductor del mundo, a menos que la posición sea la de conductor, quizás sea mejor omitir esa debilidad en la entrevista. Enfoca tus debilidades en habilidades y rasgos que sean beneficiosos para el puesto al que postulas.
2. Combina la debilidad con tu plan para mejorarla
Decir que tu mayor debilidad es que no eres una persona organizada no te ayudará en una entrevista. Pero, si dices que estás trabajando para aprender a organizarte mejor, puede ser útil en la entrevista. Enfócate en que eres consciente de tu debilidad y explica en más detalle cómo estás trabajando para mejorarla.
3. Evita hacer alarde de falsa modestia
Aunque a menudo se recomienda a los entrevistados usar esa oportunidad para presumir, esto no es muy recomendable. Decir cosas como “No puedo dejar de trabajar” o “Tengo una sed de conocimiento”, puede ser cierto, pero no te ayudará en una entrevista. Los entrevistadores consideran esto una señal de alerta. Ser honesto y realista sobre tus debilidades y mostrar que buscas mejorarlas es un curso de acción mejor.
4. Algunas cosas que deberías evitar mencionar
Algunas debilidades es mejor no mencionarlas en una entrevista. Decirle al futuro empleador que eres un technofóbico, o que no aceptas bien las órdenes, quizás no sea buena idea. Incluso si te gusta saltar de tarea en tarea, decir “Nunca termino mis proyectos” quizás no sea recomendable.
5. Combina honestidad con estrategia
Ten en cuenta que los entrevistadores probablemente hayan escuchado de todo, desde la falsa modestia hasta respuestas malas. Si eres honesto y abierto sobre tus debilidades, y presentas cómo estás trabajando para mejorarlas, será mejor que preocuparte por dar la “respuesta correcta”.
¿Cuáles son algunos ejemplos de buenas debilidades en una entrevista?
Si no logras encontrar debilidades que puedas convertir en fortalezas para tu entrevista de trabajo, aquí tienes algunos ejemplos para ayudarte.
1. “Me cuesta dejar ir los proyectos.”
Esta es una opción más adecuada que decir “Soy perfeccionista.” No poder soltar los proyectos en los que trabajas porque crees que puedes mejorarlos en el último momento puede ser una buena cualidad. Pero también puede afectar los plazos y poner más tensión en tu equipo.
Al igual que con otras debilidades, intenta acompañarlo con una explicación de cómo planeas mejorarlo. Por ejemplo, podrías decir que te limitas en el número de revisiones que permites.
2. “A veces me falta confianza.”
La confianza a menudo se considera una cualidad clave en entornos profesionales. Pero admitir que en ocasiones te falta confianza demuestra autoconciencia y honestidad. Sin embargo, la falta de confianza puede llevar a dudas en la toma de decisiones o a la renuencia a expresar opiniones.
Algunas formas de abordar esto incluyen buscar retroalimentación, mantener un registro del impacto que tienes o acudir a un terapeuta. También puedes decidir participar en actividades que aumenten tu confianza o usar algunos de los muchos trucos y consejos para mejorarla.
3. “A veces tengo dificultades para trabajar con ciertas personalidades.”
Ser un buen jugador en equipo es la clave del éxito laboral. Pero quizás no seas una persona que disfrute mucho del trabajo en equipo, o prefieras estar en contacto solo con un grupo limitado de personas en el trabajo. Reconocer estos desafíos en una entrevista demuestra que comprendes la importancia del trabajo en equipo.
Es normal sentirse incómodo con personalidades que tienen ciertos rasgos que no encajan bien con los tuyos. Pero abordar esto en una entrevista y mostrar que estás abierto a encontrar un punto medio con todos, será muy positivo.